lunes, 15 de junio de 2015
HISTORIA DE LA PILOTA VALENCIANA
De los griegos al siglo XVIII
Fue
practicada por civilizaciones como los mayas, los egipcios o los japoneses y
llega a nuestras tierras gracias a la tradición grecorromana. En la antigua
Grecia existían testimonios de la práctica de este deporte y en Roma era un
deporte universal y recomendado por médicos como un ejercicio saludable para
todas las edades y condiciones (pueblo, senadores, Césares). Gracias al éxito
que tenía este deporte comenzaron a fundarse asociaciones y federaciones de
competición.
La
práctica de la pelota llegó a países como Bélgica, Francia, Italia y a la
Península Ibérica gracias a la expansión que llevaron a cabo los legionarios
por las tierras del Imperio durante la edad media. Dependiendo del lugar donde
se practicase, existían diversas modalidades que equivalen a nuestras
“llargues” y a “escala i corda”.
El
juego de la pelota se popularizó en la Corona de Aragón de tal manera que gozó
de protección real y fue varias veces prohibido en algunas poblaciones.
En
la Comunidad Valenciana la popularidad y práctica de este deporte iba desde el
rey, la nobleza, la corte, el pueblo hasta los niños. Esta extrema popularidad
provocó en 1391 la aparición de un bando y a raíz de esta aparición el Consejo
General de la Ciudad de Valencia prohibió el juego. Se produjeron algunos
incidentes en la ciudad a modo de protesta mayoritariamente en Valencia, aunque
también se documentaron prohibiciones en Gandía, Castellón y Alcoy.
Las limitaciones, multas y prohibiciones
junto con la aparición de nuevos entretenimientos hacen que el juego de la
pelota disminuya progresivamente hasta desaparecer de Cataluña, Castilla,
Aragón y las Islas Baleares a largo de los siglos XVIII y XIX.
En la Comunidad Valenciana las cosas eran
muy diferentes, se prohibió el juego en la calle pero no afectaba a jugar en el
trinquet, así su vigor se mantuvo en los siglos. En el s XVI Valencia capital
cuenta 13 trinquets.
El 30 de septiembre de 1633 se concedió los beneficios del monopolio de
los trinquets al hospital de la ciudad, cosa que derivó pleitos en la década
de 1740 con las monjas de la Encarnación, que habían construido y explotado un
frente del convento. En 1741, la prohibición de jugar a pelota en las calles
llegó por enésima vez, pero las calles eran el lugar del pueblo por excelencia.
Del siglo XVIII a los años sesenta
La pelota fue el juego más practicado en Europa hasta el s.XVIII. Aunque su popularidad y práctica fue decayendo progresivamente.
Es a mitad del s.XIX aperece el tenis de la mano de los ingleses, este se crea a partir del juego de la pelota e incorporan la raqueta, que derivaa de la pala que usaban los franceses a modo de protección. De su origen sólo perdura el sistema de puntuación.
A mediados del s.XIX los vascos dejan de jugar cara a cara y comienzan a hacer rebotar la pelota contra un frontón. Con el abandono de las tradiciones y del rebote y juego con la cesta y pala, la Comunidad Valenciana es el único pueblo donde perdura la tradición de la pelota, que pasa a ser conocida como pilota valenciana. Aquí este deporte llega a su máxima esplendor.
El orgullo de los valencianos está hecho pero débilmente. Los primeros en abandonar la práctica de la pelota fueron los nobles como jugadores y también como espectadores. Sin embargo, en el País Vasco, se sigue practicando y continúan con interés las incidencias de los frontones.
En este momento de máxima esplendor aparecen importantes jugadores tales como: Roquet de Penáguila, Bandera, Melero, el Nene, o el Pilotero.
Un testimonio fiel de la trascendencia del juego es el reglamento elaborado por Salvador Cerdà (trinquetero de la Encarnación).
Tenemos todo el siglo lleno de partidas en las calles y trinquets, por el puro placer de jugar.
A principios del siglo XX todo continúa igual, no se para de jugar a pelota. Y es motivo de folletos, poemas y narraciones de la época.
El juego en la actualidad
El principio de siglo es grandioso para el
mundo de la pilota, con un gran número de pública, partidas por todos los
lados, la innovación de la cuerda para complementar el escalón de los
trinquets, etc. La guerra civil acabó con muchas de las actividades y con
ellas, la pelota.
El tiempo transcurrido desde los años
treinta hasta la actualidad ha modificado las circunstancias del juego, pero
las normas y las variantes permanecen igual. Se han creado calles
artificiales para jugar, y han proliferado en algunos pueblos escuelas de
pelota. En 1985, la Federació de Pilota Valenciana se separa de la estatal (que
también recoge las variantes del País Vasco), y se encarga a partir de este
momento de la organización de competiciones y de la regulación y homologación
de las normas y medidas.
Progresivamente, este deporte va
renaciendo y es llevado incluso a la televisión, algunas instituciones tanto
públicas como privadas financian competiciones de alto nivel para aficionados y
profesionales, incluso se compite internacionalmente.
En los pueblos de tradición de pilota se ha estado transmitiendo la tradición y a día de hoy siguen surgiendo profesionales de este deporte y torneos. Puesto que cada vez esta transmisión se hace más difícil, la esperanza queda en las escuelas, donde se prevé que este deporte vuelva a tener importancia en nuestras vidas y siga siendo conocido por todas las generaciones como parte de nuestra cultura.
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